lunes, 13 de abril de 2015

NUESTRO VIAJE A BÚBAL 5º EP (del 8 al 10 de abril)

Como ya sabéis el miércoles pasado pusimos rumbo a Búbal. Pasamos tres maravillosos días y dos no tan maravillosas noches como únicos habitantes de ese pequeño pueblo.

A nuestra llegada, el responsable del proyecto,Raúl, nos recibió amablemente y nos contó qué era Búbal, qué íbamos a hacer y las normas de convivencia para que la estancia fuera agradable. A su vez, los 41 alumnos que participaban fueron divididos por casas para realizar los talleres y tajos.


Los chicos se alojaron en Casa Ainés, Casa Mateo y Casa Lorenza (fotografía superior). En cambio, las chicas durmieron en Casa Royo y Casa Agut.

El primer día hicimos un juego para descubrir cuáles eran y dónde estaban las diferentes casas del pueblo: plaza del pueblo, Casa Galé, Cuadra Mateo, Casa Tiburcio, Mentidero, Iglesia, Escuela, Cementerio y Horno.




También hicimos varios juegos cooperativos y una gymkana.


Por la noche, los chicos disfrutaron de un guataque en la discoteca del pueblo.

Tanto el jueves como el viernes a primera hora de la mañana, los alumnos disfrutaron de la actividad estrella: LOS TAJOS: animales, reconstrucción, huertos, reciclaje, leña y estación meteorológica.





El jueves después de almorzar para recuperar fuerzas, realizamos un taller de antropología para descubrir cómo se vivía en el pueblo antes de la construcción del pantano. Para ello contamos con la presencia de Don Agapito (el pastor), Doña Amparo (la maestra), el alguacil y una abuela que respondían a nuestras preguntas.


Por la tarde, salimos de excursión a Polituara y la presa de Búbal y a la vuelta, después de la merienda y sentados alrededor del hogar, nos contaron la leyenda de la brujilla de Búbal y alguna que otra historia más.

En nuestro último día nos visitó la televisión. ¡Ya es la segunda vez este año! El que quiera ver nuestro desparpajo ante las cámaras sólo tiene que pinchar en este enlace desde el minuto 55:07 hasta 59:25.


Nuestra última actividad antes de marcharnos fueron unos talleres: cestería, panadería, juegos medioambientales, paseo por las paredes y transformación de plantas. Disfrutamos un montón haciendo el postre para todos de la comida, algunos fabricamos cremas y otros unas estupendas cestas que nos sirven de portalápices.

Por cierto, estos días hemos estado poniendo la mesa, sirviendo la comida, secando los cubiertos y vajilla, escobando y fregando el suelo del comedor... Así que ya no hay excusa para no ayudar en casa.


Han sido tres días intensos e inolvidables que no hubieran sido posibles sin el buen hacer de los monitores que nos han tratado como a reyes y nos han hecho sentir como en casa.